equilibrio ecológico

El equilibrio ecológico es un estado, observable en las comunidades ecológicas dentro de un ecosistema, es decir, la composición y abundancia de especies se mantiene relativamente estable por tiempo prolongado.

En este contexto, y respondiendo a los años de evolución, el ecosistema tiene un “orden natural”, es decir, sus partes o elementos (plantas, animales, microorganismos, hongos, minerales...) se van ensamblando como en puzzle de interacciones donde cada quien ocupa un nicho, es decir, cumple una función y tiene una forma de vincularse, que afecta de diferente forma al resto de los integrantes del ecosistema. Es a este orden natural al que podemos llamar "equilibrio", que de alguna manera representa el balance de funciones dentro del ecosistema (por ejemplo, el balance entre predadores y presas). Es decir, los diferentes elementos del sistema se complementan y están balanceados y mutuamente se mantienen dentro de determinados límites que permiten que el sistema global se mantenga.

Sin embargo, todo equilibrio tiene su parte opuesta: el desequilibrio. En las comunidades de plantas se produce cuando un disturbio (Ej., fuego o pastoreo) afecta el “orden natural” de la comunidad, modificando su estructura que incluye la altura, la cobertura, la composición florística, la diversidad, etc., permitiendo, en muchos casos, el ingreso de especies exóticas e invasoras que alternan fuertemente la dinámica y el funcionamiento original. Volver al estado “inicial” de la comunidad dependerá de varios factores, entre ellos: intensidad del disturbio, disponibilidad de semillas de las especies nativas en el banco de suelo o en el ambiente, condiciones ambientales, etc.

Considerando lo dicho anteriormente, los caminos y destinos que puede alcanzar la comunidad son diversos: puede quedarse por un tiempo determinado en un estado de desequilibrio, puede volver a su condición original o similar (en equilibrio), o pasar a otro estado diferente de equilibrio, con otra identidad, representando otro tipo de comunidad.

El equilibrio ecológico fue vivenciado en un sector de rocas planas del ambiente serrano. Tandilia se caracteriza por su geodiversidad, que narra una larga historia geológica. Entre sus formaciones quedan expuestas rocas consideradas las más antiguas de Argentina y de las más antiguas del planeta. Según algunos geólogos referentes, Tandilia cuenta con un inapreciable valor cultural y geológico, por lo que debiera ser preservado como patrimonio de la humanidad.

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